jueves, 26 de marzo de 2009

Actividades 9° 2°

Colegio N° 5.073
Nombre y Apellido: Camila Díaz
Curso: 9° 2°

HUMOR Y TERROR

Algunas versiones de cómo perdió el brazo D. Ramón del Valle Inclan
(Fragmento)
Ramón Gómez de la Serna

El D. Ramón era un hombre de muy alta sociedad que bestia con ropa bordada de plata.
Entonces el antiguo servidor lo habla y le dice que ya no había provecho para echar al puchero. Y D. Ramón le dice como si les do mil reales ayer para comprar.
El D. Ramón le ordena al viejo criado que traiga su navaja de afeitar. El criado obedeció y le llevo la navaja D. Ramón. El la abrió y alargando el brazo le dijo al mayordomo. Coge bien de ahí, de la mano con fuerza.
Y ahí separo el brazo del cuerpo.
Y le ice echa eso l puchero.

Conducta en lo velorios(Fragmento)
Julio Cortazar

No basta ver las manos cruzadas del difunto para que el llanto no arrase de golpe, nos obliga a taparnos las caras avergonzados, y somos cinco hombres que lloran de verdad en el velorio, mientras los deudos juntan desesperadamente el aliento para igualarnos, sintiendo cueste lo que cueste deben demostrar que el velorio es de ellos, que solamente ellos tienen derechos a llorar asi en esa casa. Y los vecinos los apoyan con mas cosuelos. Antes de las seis de la mañana ya la gente se estaba yendo a dormir a sus casas, el alba nace en el patio.

Para tener una buena precensia(Fragmento)
Alphonse Allais

Como le pasa a todo mundo, yo tambien tengo algunos cadáveres en mi conciencia, cuando los recuerdo estremece mi cuerpo y la validez invade mi simpática fisonomía.
Mujeres, sobre todo ¡OH, si habré visto morir a eses desdichadas!
A unas, directamente bajo mis golpes; a otras victimas de la desgraciada pasión.
Una de ellas, sin embargo, tuvo una segunda oportunidad.
La pobrecita se arrojo de la ventana del quinto piso.
Cayó sobre una vidriera.


Apuntes a mi vuelta de Europa
(Fragmento)
Enrique Santos Discépolo

En París hay un enorme respeto por los niños. El farragote tiene como por arte de magia, cuando va a pasar un niño. Este respeto y cuidado por los niños.
Lastima que lo cuiden tanto esmero para despues hacerlos pelear con loa alemanes.


El muerto del pedemonte
(Fragmento)
Luís J. Medrano

Un dia leo el diario y me entero que había muerto Luís Maria de la Torre, un viejo integrante de la mesa del restaurante Pedemonte. Al día siguiente al entierro y no había nadie conocido. Solo un hombre que me debía doscientos pesos y me disparaba. En un momento falto gente par llevar el ataúd. Compungido, tome la primera manija.
Al terminar me fui al Pedemonte a ver a los muchachos. Cuando llegué, Luís Maria de la Torre comía tranquilamente. Fue pirandelliano; el error de estar vivo o la alegría de no estar muerto.

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